miércoles, 13 de agosto de 2008

olimpicos beijing (Marcela Villegas)


El cubo de agua

un diseño del arquitecto australiano John Pauline. El apodo, “Cubo de agua”, le viene por su estructura rectangular, cubierta por lo que más destaca cuando nos enfrentamos a este peculiar pabellón: unas membranas plásticas poliédricas, de textura mullida, que permiten el paso de la luz natural.

Esta especie de almohadillas permiten que el agua de la piscina se refleje por el interior de toda la estructura, que tiene capacidad para acoger a 17.000 espectadores gracias a 11.000 asientos supletorios que se retirarán cuando acabe el evento olímpico.

El edificio está rodeado de un foso con agua, del mismo modo que lo estaba en Centro de Artes Escénicas, aunque en aquel caso estábamos ante un “huevo”.

De cualquier manera, es otro edificio que marcó la imagen de Pekín en adelante, confiriéndole un aspecto vanguardista de cara al resto del mundo, aunque esa modernidad no se deje ver en otros ámbitos del país.







No hay comentarios: